Las funciones tonales o función tonal nos dice que rol se le da a cada uno de los acordes en una progresión de acordes.
Por tanto, si un acorde está solo, sin ningún dato extra que nos diga a que tonalidad pertenece, no podemos asegurar cuál es su función tonal.
Es decir, el acorde Sol mayor tiene función de tónica en el contexto de una escala mayor de Sol; pero tiene función de dominante en el contexto de una escala mayor de Do. Esto se debe a que este acorde ocupa el primer grado en el tono de Sol y el quinto en el tono de Do.
La armonía funcional es la que asigna la función a los diferentes acordes que se tienen en una escala mayor, por eso todo lo que vas a ver en este tutorial se refiere siempre a los acordes que tienen una escala mayor
Las funciones tonales o funciones armónicas
Las funciones armónicas de los acordes nos indican que grado de tensión aportan cada uno de los acordes de una tonalidad cuando se usan en una progresión de acordes.
Antes de empezar la explicación es conveniente que sepas que las funciones tonales o las funciones armónicas son los dos nombres que se utilizan para explicar la misma cosa.
La función armónica en el fondo de lo que nos está hablando es de la sensación que nos produce al escucharla.
Hay que tener en cuenta que aunque la música tiene mucho de matemáticas siempre tiene que predominar lo que nos hace sentir.
Existen tres funciones tonales que son la función tonal de tónica, dominante y subdominante.
- La función tonal de tónica: esta se refiere a la sensación de descanso o final que nos produce escuchar este acorde. Por eso la mayoría de composiciones finalizan con el acorde de tónica.
- La función tonal de subdominante se refiere a los acordes que nos producen una sensación de inestabilidad al escucharlos en referencia a los acordes de tónica. Los acordes de subdominante tienen tendencia a resolver hacia un acorde de tónica o de dominante.
- La función tonal de dominante la tienen los acordes que al escucharlos sentimos una mayor inestabilidad y nos piden que salgamos de ellos para regresar a un acorde de tónica cuanto antes.
En clases anteriores aprendiste que son los grados musicales y que lugar ocupan en una escala. Pues ahora vas a ir un poco más allá.
Cuando toques uno de estos grados notarás que el siguiente que toques algunas veces te sonará muy bien y natural, pero en cambio, otros grados quedarán un poco peor. No sonarán mal, pero tampoco muy bien.
Es como si cada grado pidiese ir junto a otros grados en concreto. En general verás que el segundo grado pide que luego toques el primero; el cuarto grado te pide que luego toques el tercero; el sexto grado te pide que luego toques el quinto y el séptimo el octavo.
La forma más básica de dividir los acordes es en dos grandes grupos: estables e inestables.
Los grados estables son el primero, el tercero y el quinto que son hacia quienes resuelven los otros grados.
Los grados inestables son el segundo, cuarto, sexto y séptimo. El cuarto y el séptimo grado tienen, además, la particularidad de que están a medio tono del grado en el que resuelven (esto hace que el cuarto y el séptimo suenen los más inestables de todos).
En otras palabras los acordes de una progresión (o notas de una melodía) aportan tensión o la quitan en la persona que está escuchando del mismo modo que lo hacen las escenas en una película o los capítulos en un libro.
Las notas (o grados) que contiene un acorde son los que definen si este acorde es de tónica, subdominante o dominante.
Los acordes de tónica son los que no tienen el cuarto grado (en el vídeo digo que contienen el tercer grado, que está bien, pero decir que no contienen el cuarto grado es la forma correcta).
Los acordes de subdominante son los que entre sus notas está el cuarto grado y no el séptimo.
Los acordes que contienen el cuarto grado y el séptimo (contienen el tritono) son los acordes de dominante.
La forma en que se recomienda combinar los acordes o notas teniendo en cuenta su función armónica se puede resumir en esta imagen:
Tal y como dice el diagrama después de tocar un acorde de tónica te va a sonar bien que toques un acorde de tónica, de subdominate u otro acorde de tónica.
En cambio, después de un subdominate puedes tocar un acorde de tónica o de dominate sin problemas (u otro subdominate).
Por otra parte, después de tocar un acorde de dominante lo más natural es tocar un acorde de tónica u otro dominante.
Por supuesto esto no es una ley inquebrantable y para crear mayor sorpresa en el oído del escuchante el principal recurso es romper esta norma.
A las notas les pasa lo mismo que los acordes y según que grado sean tendrán función de dominate, subdominante o tónica dentro de la escala y su relación entre ellas cumplirá la misma relación que se indica en la imagen anterior para los acordes. Por tanto esta imagen sirve igual para notas y acordes.
Hay que tener en cuenta que en la música las normas están para romperlas y por tanto es normal encontrar canciones o ritmos que no cumplen estas normas a rajatabla.
En realidad función tonal y función armónica no son exactamente lo mismo. Cuando se dice función tonal no referimos a notas y cuando hablamos de función armónica nos referimos a los acordes. En el lenguaje popular estas dos definiciones se están confundiendo y es habitual decir función tonal para los acordes.
Función armónica o función tonal de los acordes en un tono mayor
Cuando se está trabajando sobre los acordes de la escala mayor entonces sus funciones armónicas son estas:
- Primer grado tiene función de tónica
- El segundo grado tiene la función de subdominante
- El tercer grado tiene función de tónica
- El cuarto grado tiene la función de subdominante
- El quinto grado tiene la función de dominante
- El sexto grado tiene la función de tónica
- El séptimo grado tiene la función de dominante
Esto es en general para cualquier escala mayor (en este artículo te explico como se forman los acordes de cualquier escala mayor).
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